Hace poco estuve en la presentación de un estudio de mercado que arrojó un resultado (a mi gusto) engañoso: Los usuarios valoran a las marcas comprometidas con la sostenibilidad, pero… pero… peeero… creen que con consumirlas es suficiente de su parte. Que con eso alcanza.
Es decir, están convencidos en su mayoría que al comprar productos o servicios sustentables ya está cubierta su cuota de compromiso. Que no hace falta más de su parte para mitigar el calentamiento global ni las descontroladas emisiones de carbono.
La percepción que tienen los usuarios es que la responsabilidad no es de ellos, sino de las empresas y los gobiernos.
Es preocupante, porque no hay una idea más alejada de la realidad que esa.
Y el panorama empeora si hablamos de las emisiones de carbono por el uso de Internet y dispositivos electrónicos.
La acción individual es lo más importante cuando hablamos de sustentabilidad digital.
Si Internet fuera un país, sería el cuarto más contaminante, detrás de Estados Unidos, China e India. Y esas emisiones las generamos quienes hacemos y usamos Internet.
Esto lo aprendí en el Taller “Mural de lo Digital” donde en apenas una hora y media entendí qué rol tenemos los usuarios en la huella de carbono digital. Se trata de un espacio que ayuda a entender la problemática ambiental digital (basado en la misma herramienta que el Taller “Mural del Clima”).
Dejo aquí algunos datos (sólo algunos):
El 88% de las personas cambia su smartphone incluso si el anterior todavía funciona.
El 80% del flujo de datos globales de Internet corresponde a videos (el formato más pesado).
La fabricación de una computadora de 2 kg requiere más de 800 kg de recursos.
A nivel mundial, apenas el 17% de los residuos de aparatos electrónicos se recupera con la intención de reciclarlos.
¿Y si hacemos un uso más racional? ¿Y si en vez de cambiar nuestro celular cada vez que sale un nuevo modelo extendemos su uso? ¿Y si en vez de escuchar (solo escuchar) música reproduciendo videos lo hacemos reproduciendo audio? ¿Y si en lugar de descartar los dispositivos averiados los hacemos reparar? ¿Y si eliminamos los “datos oscuros” de los que hablamos en el push #43?
Está claro que las acciones individuales por sí solas no alcanzan, pero la suma de muchas, cientos, miles de acciones individuales, sí.
Si pensamos que en todo el mundo hay 34.000 millones de dispositivos digitales… ¿Podemos como usuarios seguir creyendo que la responsabilidad es de los gobiernos y las empresas exclusivamente?
Y -repito- estos son sólo algunos de los datos que me traje del Taller Mural de lo Digital, pero hay muchísima información súper valiosa que además la incorporás de un modo divertido y dinámico.
No sólo es lo que consumimos, también es cómo lo consumimos.
Disfrutá tu día,
Florencia
PD: Si te interesa hacer el Taller o llevarlo a tu organización, podés enviar un correo electrónico a argentina@climatefresk.org y ponerte en contacto con Olivier Doncker.
No te vas a arrepentir.
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