En el push anterior mencioné varios datos impactantes. Uno de ellos fue que el 80% del tráfico de Internet corresponde a videos.
El formato de video es el que más recursos consume porque son más los datos que deben “viajar” entre servidores y dispositivos.
En los últimos años hemos ido naturalizando el reunirnos virtualmente.
Zoom pasó a ser parte de nuestro cotidiano, Google permitió a todos los usuarios usar Meet libremente y lo que antes requería un encuentro presencial ahora lo resolvemos conectándonos a alguna plataforma. No importa si es una reunión de equipo, una conferencia, un webinar o un curso.
Pasamos horas con la cámara encendida interconectados aunque solamente participemos como oyentes.
En este sentido, hay una acción muy sencilla que podemos hacer y que tiene un impacto altísimo.
Entiendo que dejar la cámara encendida se considere una buena práctica y nos haga creer que estamos controlando la atención del auditorio. Bueno, no sólo no es cierto, sino que además existen otras maneras de mantener la atención de los oyentes sin consumir recursos innecesarios (y esas otras maneras hacen las reuniones más divertidas). No necesitás una cámara encendida si lo que tenés para decir aporta, informa, colabora, es genuino o resuelve alguna necesidad.
Una buena práctica de cualquier reunión sería sólo dejar encendida la cámara del orador; y sólo si es estrictamente necesario.
¿Por qué? Porque, por ejemplo, en una reunión por videoconferencia de 2 horas dónde participan 10 personas se emiten 170 gramos de CO2.
2 hs + 10 personas + 10 dispositivos + 10 cámaras = 170 gramos de CO2.
Si esa misma reunión se realiza sin cámaras encendidas, la emisión se reduciría en hasta un 96%.
Como siempre digo, no se trata de prescindir de las ventajas que nos ofrece la tecnología, sino de adquirir nuevos hábitos que nos acerquen a un consumo más responsable de esa tecnología.
Ya ves cómo con algo tan simple como desconectar la cámara en una reunión virtual cuando no es necesaria, sumamos una acción más hacia la sostenibilidad digital.
Disfrutá tu día,
Florencia
En Pushup Studio creamos sitios que usan la menor cantidad de recursos posibles y así reducimos la huella de carbono.
Diseñamos la experiencia que van a tener las personas cuando navegan (UX). Cuanto menos clicks, mucho mejor.
Definimos la estrategia del mensaje para llegar a todas las personas de manera clara y efectiva.
Aplicamos buenas prácticas de accesibilidad para quienes necesitan algún tipo de asistencia, y logramos -además- un mayor alcance.
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